Continúa el conflicto laboral entre el grupo Prisa y los trabajadores de Pinto

Entre las nuevas estrategias comerciales del grupo Prisa se prima lo audiovisual frente a la impresión, es por esto que planea recortar la plantilla del Grupo Gráfico Dédalo con cerca de 500 despidos. Sindicatos y asambleas de trabajadores luchan por conservar sus puestos de trabajo.

El pasado 1 de octubre las compañías Prisa e Ibersuizas presentaron un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afecta al sector de la impresión. Las empresas pertenecientes al Grupo Gráfico Dédalo, esto es, Mateu Cromo, Dédalo Altamira, Mateu Liber y Macrolibros, todas ellas en el polígono de Pinto, en la comunidad de Madrid, sufrirían con dicho ERE un recorte de la plantilla con más de 490 despidos y mínimas condiciones de indemnización.

Según el representante del sindicato UGT en Mateu Cromo, Rafael García, "Prisa e Ibersuizas pretenden reconvertir su estructura actual en una nueva empresa con una plantilla menor y más rentable. Quieren que sea una empresa más competitiva ya que con mucha capacidad de producción y pocas ventas, pierden dinero".

En un primer momento, la dirección de la compañía había hecho llegar a los trabajadores un Plan Inicial de Viabilidad, en el que se refundaba una nueva entidad aprovechando lo mejor de las cuatro empresas actuales. Esta reestructuración suponía un descenso de las condiciones laborales y salariales con el fin, según la compañía, de situarse en un marco verdaderamente competitivo de cara al mercado.

Los trabajadores del Grupo Dédalo Gráfico, reunidos para valorar las condiciones de este plan de viabilidad, fueron amenazados por el órgano directivo. La compañía les adviertió que si no lo aceptaban la empresa sería cerrada en su totalidad. Ante esta situación, los sindicatos CCOO, UGT y CGT han convocado huelgas, marchas y manifestaciones en defensa de los derechos laborales de los trabajadores de Pinto.

Se han mantenido numerosas reuniones entre los sindicatos y la empresa intentado entender todas las medidas que ésta quería implantar y con el fin de llegar a un acuerdo entre ambas partes. Sin embargo la empresa se niega a negociar los intereses de la parte social argumentando que las pretensiones no se ajustan al "marco" de viabilidad que se ha fijado la compañía.

El representante de CCOO, Antonio Esquinas ha asegurado que "todas las negociaciones que hemos mantenido en Dédalo se han podido resolver positivamente gracias a la mediación de un organismo oficial, porque nunca hemos podido avanzar nada cuando hemos tenido reuniones directas con la dirección de la empresa".

Las movilizaciones por la defensa de un empleo estable continúan, al tiempo que las organizaciones sindicales luchan por llegar a un acuerdo que no infrinja las condiciones establecidas por el Instituto de Empleo de Madrid